“Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy”. (Evangelio de Juan 13:13)

Jesucristo como Maestro fue excelente en lo que hizo, demostrando más efectividad en el hacer discípulos que los rabinos o maestros de su tiempo. He aquí algunas cosas que hizo:

*Amó a sus discípulos por lo cual decidieron seguirlo.

*Jesús sirvió a sus discípulos y les puso el ejemplo de servir a los demás.

*Dedicó tiempo a ellos para enseñarles y llevó la enseñanza a la práctica.

*Involucró a sus discípulos en lo que Él hacía en favor del reino de Dios.

*Los capacitó y los envió para que ellos con su poder llevaran el evangelio, sanaran enfermos y liberaran a los que estaban poseídos por demonios.

* Les enseñó a orar, para que aprendieran a depender del Padre por medio de Él.

*Les instruyó respecto al amor de Dios  y amar al prójimo.

*Les motivó que en su ausencia practicaran el ayuno, como un ejercicio espiritual.

*Les pidió que cuando Él se fuera de ellos permanecieran unidos esperando el descenso del Espíritu Santo, para que pudieran ir y hacer discípulos de todas las naciones.

*Los preparó para que pudieran resistir las persecuciones de los enemigos del evangelio y de los ataques del diablo.

*Les recordó una y otra vez que Él estaría con ellos todos los días.

*Les prometió que volvería por ellos y por todo seguidor de Él.

*Les pidió que fueran unidos y oró delante de ellos al Padre para que cumplieran con este propósito, como Él lo era con su Padre.

Jesús el Maestro no solo fue un capacitador de sus discípulos, si no también fue guía y ejemplo. Cuando les lavo los pies les dijo: “¿Entienden lo que he hecho con ustedes?… Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Felices serán si lo ponen en práctica”. (Evangelio de Juan 13:12-17)

El Maestro de Maestros es nuestro modelo a seguir, sigamos su ejemplo y obedezcámoslo en sus mandatos y enseñanzas. Él es el Señor.

Lee Juan 13:12-17