Muchos han escrito o lo mencionan en sus libros editados, que Jesucristo fue el maestro por excelencia, el más grande de todos los tiempos. Otros han titulado sus libros como: El Maestro de maestros, eso lo hizo entre otros, el psiquiatra Augusto Cury. El hace un análisis de la inteligencia de Cristo. Siendo un escéptico el Dr. Cury, llegó a convertirse en un creyente y discípulo del Maestro Jesús. Sacó a la luz las características de la personalidad de aquel que dividió la historia de la humanidad. Este escritor brasileño, logró vender más de cuatro millones de ejemplares de su libro traducido al inglés y al español y escribió otros más, usando la palabra, el Maestro…
Jesucristo fue el Maestro de maestros de la escuela de la existencia y de la vida. En la que teólogos, filósofos y científicos son empequeñecidos por la grandeza de Jesús de Nazaret, cuya personalidad enigmática, atractiva, humilde y singular, perturba, inspira y atrae para bien a hombres y mujeres de cualquier raza. Con su enseñanza tan práctica. Su metodología: sermones de invitación para entrar al reino de Dios, sermones con un propósito ético o moral, de consagración, de enseñanza doctrinal, mensajes proféticos, de adoración. Sus parábolas de una practicidad que sus oyentes podían comprender, así como nosotros, menos sus enemigos que tuvieron una cerrazón para no recibirlo como Maestro de Dios, como lo reconociera Nicodemo. Jesús ofreció a sus amigos, discípulos y personas en particular, pláticas de enseñanza espiritual o moral, de aplicación personal. Enseñaba con autoridad, por eso atraía multitudes, lo que provocaba celos de los maestros del judaísmo. Declaró ser el Mesías esperado y enviado por Dios su Padre.
Debemos pedir al Espíritu Santo que nos ayude a enseñar con sabiduría para contribuir en la formación de personas; que desarrollen su vocación al servicio eficaz de la gente. Y también que nos ayude a hacer la transferencia hacia la vida de Cristo, para que se conviertan a Él, y lleguen a ser verdaderos discípulos del Maestro Jesús. Que Dios te dé sabiduría, para ser eficaz en la enseñanza.
Lee Lucas 4:14-22