Habacuc comprendió el designio de Dios, su pueblo merecía el castigo el cual duró 70 largos años.

No te desesperes ante esta pandemia, tenemos que reconocer que Dios lo permitió por su soberanía, Él está castigando a las naciones porque la mayoría de la gente se ha descarriado de los propósitos de Dios, ha desobedecido su palabra revelada, se ha corrompido promulgándola y aceptando leyes que van en contra de la vida humana, en contra de la naturaleza, de la justicia y de la explotación a sectores poblacionales, donde la pobreza es mayúscula y Dios está en contra de los gobernantes de las naciones y la élite que codician y tienen más poder, más riquezas. Ellos y muchos de los pueblos han rechazado el plan de redención de Dios por la obra de su Hijo Jesús el Mesías Salvador y Señor. El castigo llegó, gobernantes, ricos y pobres estamos padeciendo los estragos de un  virus que se convirtió en pandemia. Dios espera arrepentimiento del mal y la perversidad que el ser humano ha cometido. Necesitamos regresar a Dios y Él otorgará el perdón y levantará el castigo restaurándolo todo.

Lee Habacuc 1:12-17