No sé si tú alguna vez, no has podido lograr aquello que te habías propuesto, lo planeaste y algo sucedió, no pudiste hacerlo, no dieron resultados tu planes, tienes que reconocer que no era la voluntad de Dios, Él estaba evitando de que tú fracasaras y te desanimaras en tu fe y en tu crecimiento espiritual en Cristo. Es tan importante y necesario depender del Espíritu de Jesús en todo.
Deseamos progresar en los estudios, profesión, o negocio, o en nuestra vida de servicio al Señor, o en una relación amorosa con la perspectiva de llegar al matrimonio. Se tiene que tomar en cuenta la voluntad de Dios, la cual es “buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2) y la dirección del Espíritu de Jesús, para no fracasar y nos sintamos frustrados de que Dios no respondió a nuestras oraciones. El lo hizo pero no lo percibimos.
El consejo que te doy es que, la próxima vez que desees realizar algo importante en tu vida, tomar una decisión en tus relaciones humanas, establecer un negocio, cambiar de trabajo o de ciudad, busca la dirección del Espíritu Santo y en oración presentárselo a Dios, Él te dará su aprobación o te mejorará lo que tú deseas o te dará dirección hacia otra cosa. Lo importante es no fracasar, Él desea nuestro éxito o realización.
Lee Romanos 12:1-2