La palabra Doxologia viene del griego -Doxa- que significa “gloria”, por lo tanto Doxologia, significa glorificación, es una exclamación de la gloria al Señor; puede ser una un himno de alabanza a Dios, o a la Trinidad. En el cristianismo pasó a expresar la objetividad absoluta: la realidad de Dios y sus manifestaciones por medio de sus perfecciones.
En el Antiguo Testamento sobre todo en el libro de los Salmos, algunos de los cuales terminan con una Doxologia. El salterio como se llama al libro de los salmos está dividido en 5 libros separados por Doxologias, Salmo 41, 72, 89, 106, 150 y otros.
El apóstol Pablo en algunas de sus cartas las terminó con una Doxologia.
—¡Que profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!
¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague? Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén.
Carta del apóstol Pablo a los Romanos 11:33-36.
En el culto que rendimos a Dios en la iglesia, debemos estar consientes de la grandeza de nuestro Dios y Señor a quien adoramos, expresando en los cantos nuestra alabanza y gratitud por la salvación, por medio de su Hijo Cristo Jesús a quién también debemos alabar por su sacrificio en la cruz del calvario, por su amor y salvación, también con el mismo gozo debemos alabar al Espíritu Santo por su participación en nuestro nuevo nacimiento, su regeneración y santificación. En lo particular, en nuestras oraciones como cristianos también debemos adorar y alabar a Dios, expresarle lo que pensamos de Él y decirle que lo amamos. Debemos agradecerle por la vida física, espiritual y por su generosidad en lo material.
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