¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que da su sabiduría. Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.”

Carta de Santiago 3:13-17

Hay personas que se confunden entre lo que es la inteligencia y la sabiduría. A veces otros usan estos términos en forma intercambiable. La inteligencia es la capacidad del intelecto para el aprendizaje de las ciencias, de las disciplinas y de toda experiencia de las cosas y asuntos de la vida.

Ser inteligente no necesariamente es ser sabio y los individuos que son sabios no necesariamente tienen estudios académicos. Magnifico es tener ambos elementos y pocos lo tienen en su máxima expresión.

La Biblia enfatiza en el libro de los Proverbios y en otros libros la urgente necesidad de ser sabios, porque vivimos en un mundo donde frecuentemente nos encontramos con personas necias, ya sean, amigos, familiares, conocidos y en el lugar de trabajo. Santiago dice que la persona sabia lo demuestra con su conducta, y con sus obras en favor de otros haciéndolo con humildad, es decir, sin vanagloria o jactancia. La sabiduría que viene del cielo, Dios la proporciona para ser utilizada. Pero la sabiduría humana o terrenal muchas veces es diabólica porque se comporta egoístamente, es grosera, aprovechada, ofensiva y provoca enemistad.

Aceptemos el consejo de Santiago, vuelve a leerlo y te ayudará a clarificar su recomendación. Sinceramente debemos pedir a Dios que nos dé más sabiduría para nuestro actuar diario y para ayudar a otros con buena orientación en sus asuntos. Ser sabio para ser plenamente feliz.

Lee Santiago 3:13-17