Una pregunta personal es: ¿Aún más de lo que yo sé, qué él quiere de mi?

Dios desea comunicarse contigo, aunque lo dudes. Cuando pensamos en comunicarnos con Dios pensamos muy frecuentemente en hablarle. El 99% de nuestro tiempo de oración es hablarle diciéndole lo que deseamos que Él haga, pidiendo cosas que requerimos y que pronto responda ; suplicándole cosas que Él ya ha hecho, como que salve tu alma, que entre a tu vida o que te perdone tus muchos pecados, cuando Él ya lo ha hecho. Recuerdas cuando los discípulos le pidieron a Jesús, “enséñanos a orar”, y entre las peticiones él dijo …”daños hoy nuestro pan de cada día” (Mateo 6:9-11). El concepto de pan de cada día va más allá de una hogaza de pan como alimento físico. Este pan es un término que se refiere a todo lo que se necesita  para una vida plena. Se refiere a las cosas que necesitamos físicamente, pero también a las cosas que se refieren a nuestra mente, a nuestras emociones y a lo espiritual. Jesús dijo a sus discípulos en el momento apropiado para comer: “Yo tengo una comida  para comer que ustedes no saben”. Cuando ellos pidieron una explicación, Él respondió: “mi comida es que yo haga la voluntad del que me envió y que haga su obra” (Juan 4:32;34).

Cuando tú pides en oración por los alimentos de cada día, debemos también pedirle: ~Dame hoy lo que sabes que necesito para llevar acabo tus propósito, confío en ti para suplir todas mis necesidades”. También debes orar específicamente para que el Señor derrote el mal, donde y cuando quiera que tú lo encuentres o en otras personas.

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Lee Mateo 6:5-13