Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
Carta a los Colosenses 3:12-14
El apóstol Pablo dice que nosotros somos escogidos, santos y amados por Dios, esa es una verdad maravillosa, porque Él, como nuestro Padre es veraz y sincero con sus hijos, porque más que nadie nos valora. Esta actitud de Dios nos lleva a considerar y aplicar a nuestra vida el consejo de ser afectuosos con otros, ser bondadosos, humildes, amables, pacientes, y dispuestos a perdonar la ofensa de otros.
Para actuar bajo estas recomendaciones necesitamos tener:
TOLERANCIA, porque con ella podemos tratar con paciencia a otras personas, aún, si tenemos que sufrir.
(1) La tolerancia nos permite considerar algo que no se tiene por justo, o permitido, sin aprobarlo expresamente.
(2) La tolerancia, también es resistir o soportar, respetar las ideas diferentes que no coinciden con nuestras ideas.
Entender que las opiniones de otros son relativas y discutibles pero que no tienen la verdad absoluta, aún así, debemos respetar. Ser tolerantes, es expresar el punto de vista propio sin herir los sentimientos de los demás, y no burlarse de lo que los otros dicen de esas diferencias.
Continúa…