Pesimismo viene del adjetivo pésimo. Pesimismo es una actitud negativa, de desconfianza con respecto a una situación presente o futura. En psicología, pesimismo es la propensión a juzgar las cosas por su aspecto más desfavorable o negativo y con la fuerte convicción de que empeorará, sin buscar una posible solución para salir adelante del mal momento. Él optimismo es todo lo contrario. Es la actitud o tendencia de ver y juzgar las cosas en su aspecto positivo, o más favorable. El término en latín es óptimos traducido por “muy bueno” o “buenísimo” (Diccionario). El filósofo y escritor Voltaire dice en una de sus obras “que el optimismo es una actitud que permite valorar positivamente cada circunstancia que vive el individuo, por lo que permite al individuo afrontar los obstáculos con ánimo y perseverancia.”
Los sinónimos de optimismo son: confianza, tranquilidad, seguridad, certeza, convicción.
La Biblia en la carta a los Hebreos dice que la fe: “es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.”, si nosotros ejercemos nuestra fe en Dios por medio de Jesucristo, tenemos esperanza y somos optimistas de que los asuntos que nos aquejan tienen una solución, tenemos una perspectiva que nuestro futuro será mucho mejor, sea en la salud, en el trabajo, en el negocio, en los estudios y un sin número de asuntos que enfrentamos o enfrentaremos en el justo momento.
Desafortunadamente caemos en el pesimismo de no encontrar la solución a la situación que estamos viviendo, caemos en la desesperación y consideramos que el asunto va ir de mal en peor, no hay salida. Buscamos la ayuda de Dios en oración, pero no sabemos esperar o dudamos de que Él nos responda y nos hundimos más.
El mismo autor de la carta mencionada escribió: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan” (Hebreos 11:6). El apóstol Pablo también sugiere que oigamos el mensaje del evangelio de Jesucristo porque el resultado de oírlo viene la fe (Carta a los Romanos 10:17).
Por lo tanto pidamos con fe, esperando la ayuda de Dios, seamos optimistas de que todo mejorará con la bendición de Dios y pidamos que nuestra fe sea fortalecida y que se desarrolle. Dejemos a un lado el pesimismo que no es pecado a los seguidores de Jesucristo. Él prometió “que todo lo que pidiéramos en su nombre nos sería dado”, actuemos, vivamos y confiemos en su intercesión.
Lee Hebreos 11:1-6