III. ¿Cuánto Pesas En La Balanza De Dios?
La historia del rey Belsasar es un ejemplo, en medio de la fiesta que había ofrecido y estando ya muy borracho pidió que trajeran las copas de oro y de plata, que Nabucodonosor su padre, había tomado del templo en Jerusalén, en ellas bebió Belsasar y sus nobles brindando en favor de sus dioses. En ese momento, apareció una mano en una de las paredes de la sala de banquetes del palacio y leyeron MENE MENE TEQUEL PARSIN, llamaron al profeta Daniel porque nadie pudo interpretar las palabras. El profeta le dijo al rey: su padre Nabucodonosor “por su altivez fue humillado y Dios le dio la mente de un animal, fue apartado de la gente y vivió entre los animales y se alimentó de pasto, hasta que reconoció que el Dios Altísimo es el soberano de todos los reinos del mundo. Sin embargo, a pesar de que usted sabía todo esto, no se ha humillado, sino que se ha opuesto al Dios del cielo profanado las copas de su templo, alabando a sus dioses, que no ven, ni oyen, ni entienden, usted ha deshonrado al Dios en cuyas manos se hallan su vida y sus acciones. Por eso Dios ha enviado esa mano a escribir lo que allí aparece: “MENE: Dios ha contado los días del reino de su majestad, y le ha puesto un límite. TEQUEL: Su majestad ha sido,puesto en la balanza, y no pesa lo que debería pesar. PARSIN: El reino de su majestad se ha dividido, y se ha entregado a Medos y Persas””. Belsasar enmudeció muy sorprendido y temblando de miedo. Esa misma noche fue asesinado (Daniel capítulo 5).
Regreso a la pregunta: ¿Cuánto pesas en la balanza de Dios? Las otras medidas son menos importantes, podemos recobrar nuestro significado ante ellos. Pero que Dios nos ponga en su balanza y compares el resultado, en lo que eres y en lo que Él espera de ti. ¿Cuál sería tu resultado? Porque en la balanza de Dios, se considera: nuestra integridad, nuestros valores, nuestra fe en Él y en su Hijo Jesucristo como Salvador del alma y Señor. Darte el propósito de tu existencia, así como tu vida de relaciones humanas, tu ética, tu obediencia a Él. ¿Cuál es tu peso en su balanza?
Cambiemos nuestra dieta espiritual, vuelve a tu primer amor que es Cristo vive en Él y para Él, hagamos las primeras cosas que hacíamos para Él cuando nos decidimos seguirle. Así nuestro peso espiritual en la balanza de Dios será el adecuado.
Lee el relato en Daniel 5