LA CUARTA CONSIDERACIÓN PARA NOSOTROS ES: “Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón” (v.14). La búsqueda de Dios ha sido un asunto de múltiples generaciones. La búsqueda de Dios es su trascendencia, la cual es necesaria e indispensable para todo ser humano. Para comprender la trascendencia de Dios uno debe estar dispuesto a la fe para esa búsqueda de Dios, lo más importante para eso, es la oración, para buscar su presencia, no solo para pedir sino para conocer más de Él y tener mejor comunión. La oración ayuda a cultivar la fe y es la única forma de comunicación con el Dios Eterno.
¿Por qué buscar a Dios? Por la soledad del ser humano. Es el ansia de ser comprendido, de ser aceptado integralmente. Necesitamos un punto de apoyo, una última protección. La búsqueda de Dios para nosotros debe ser continuamente, debe ser el deseo de nuestro ser interno. La búsqueda de Dios debe ser dentro de nosotros, desde el corazón como el símbolo de nuestra alma. La promesa de Dios: —Me dejaré encontrar- —afirma el Señor (v. 14), esto es algo sobresaliente, excelente. Cuando lo buscas Él está ahí. A veces Él toma la iniciativa y nos busca, nosotros nos escondemos como lo hizo Adán.
Dependamos de Dios para tener un mejor futuro, debes creerlo. Recuerda, debemos buscarlo cada día y conoceremos su voluntad para mañana y para el futuro, te mostrará los planes que tiene para ti o estará de acuerdo contigo o lo que tú estás deseando y planeando. Necesitas disciplina en la oración para ser constante, estoy seguro que te irá muy bien.