El Señor mismo irá al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.

Deuteronomio 31:8

Hay días en que vivimos desesperadamente, nada nos tranquiliza, ni nos satisface, deseamos más dinero, para resolver nuestros problemas económicos. Nuestra salud está quebrantada o la de un miembro de la familia. No somos felices. La Biblia en diferentes partes nos advierte de no caer en la desesperación, también nos enseña que debemos tener paz y vivir contentos con lo que tenemos, porque tenemos un Dios misericordioso y amoroso con sus hijos quien nunca nos dejará en el abandono. Esto es un asunto de fe. Una vida amargada e infeliz es difícil de sobrellevar y afectamos a los seres queridos que viven con nosotros, se sienten también afectados, con angustia al ver nuestro proceder. Debemos aprender a vivir con contentamiento haciendo lo siguiente:

1. Primero, entreguemos nuestras necesidades a Dios, Él escucha las oraciones de sus hijos. Hagamos nuestras oraciones con fe en lo que es Él, porque tiene el control de todo, puede enseñarnos nuevas oportunidades que nos lleven a un mejor trabajo para recibir un mejor salario, darnos sabiduría como afrontar las deudas que tengamos, así como las necesidades que necesitan ser resueltas.

2. Confiemos que Dios va adelante de nosotros, Él no está limitado al tiempo, conoce nuestro futuro, el irá con nosotros como le dijo a su siervo Josué y la promesa para este hombre es la misma para nosotros: “no te dejaré ni te abandonaré, no temas ni te desanimes.”

Lee Deuteronomio 31:7-8