“Vengan a mi todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprenderán de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”

Evangelio de Mateo 11:28-30

La vida para muchos después de cierta edad, es aburrida y fastidiosa, cansada por los males que se experimentan sin cura alguna o soportar estoicamente la situación. Para otros la vida es muy cruel porque se encuentran solos, se murieron uno o más seres amados y los envolvió una soledad que no tiene límite y concluyen que la vida no tiene sentido o como dijera el sabio Salomón “es como perseguir el viento.”

Jesús de Nazaret observaba el cansancio de la gente por estar controlados por un gobierno extranjero como era Roma; cansados de pagar tributos, cansados de la pobreza y de una religión que no ofrecía ninguna esperanza. Es por eso, que el Divino Señor ofrece descanso para  todos aquellos que aceptaran la invitación. 

Yo no sé, qué es lo que te  aflige en estos días, todos estamos al acecho de un enemigo en común, el cual es invisible pero mortal en muchos casos, el virus que se propagó rápidamente por el mundo, sin medicina que pueda vencerlo, sólo paliativos. En los que corrieron con suerte fue menos el daño que experimentaron, otros sanaron pero se quedaron con secuelas. Como resultado de este ataque despiadado algunos o muchos perdieron su negocio, su trabajo, se quedaron endeudados a vivir precariamente, fueron orillados a emigrar a otros lugares para solucionar la supervivencia económica de la familia. Posiblemente tú también estás sufriendo algún resultado de esta pandemia. Jesucristo ofrece descanso y tranquilidad si confiamos en él.

Acepta estas siguientes recomendaciones que te serán de ayuda para enfrentar cualquier crisis en tu vida y en la de lo seres que amas. Primeramente: Vuélvete a Dios, acepta su invitación, búscalo en oración y recibirás la respuesta a tus peticiones, solamente él puede con nuestras cargas y nos da la solución.

Segundo: Cede el control, no decidas precipitadamente, es mejor que el maneje nuestra vida, esto es aceptar su voluntad, te dará las directrices correctas para que continúes en los asuntos de tu vida, la dirección que él da es magnifica y los resultados son satisfactorios. Entrégate a él y verás conforme pasa el tiempo que fue la mejor decisión que has tomado. Te dará el gozo, la tranquilidad y el apoyo necesario.

Tercero: Aprende a vivir tu vida con sencillez. Él dice: “aprendan de mí que soy paciente y humilde (sencillez) así  encontrarán descanso”, créelo, si funciona lo que él ofrece. Vive una vida feliz, de gozo en él y te dará su presencia cada día, solo pídeselo frecuentemente.

Lee Mateo 11:28-30