Consideremos el hecho de la muerte. Para muchos es una tragedia perturbadora. Como lo expresa el libro de Eclesiastés: “los hombres terminan igual que los animales; el destino de ambos es el mismo, pues unos y otros mueren por igual. . . , un mismo suceso es” (3:19), pero los creyentes en Cristo que tienen fe dicen: “Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario; aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día” (2 Corintios 4:16- . . , 18), “Mientras tanto suspiramos, anhelando ser revestidos de nuestra morada celestial. . . (5: 1-10).
Consideremos la cruz. Para el hombre natural todo es oscuridad pues no le ve ninguna lógica. “Para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura” (1 Corintios 1:23b) “…Pero a los que se salvan . . . es poder de Dios (1:18b). La cruz de Cristo sumamente oscura, la luz de su resurrección arrojó luz para todo aquel que crea en él y podrá salir de la oscuridad.
En este primer Servicio del Año 2023 hagamos dos cosas:
1. Pidamos a Dios que no de la gracia y la fe para cerrar las puertas del 2022, porque a algunos de nosotros no nos fue tan bien. Dejemos atrás a los egipcios, con su persecución para hacernos mal, tentarnos con su adicciones, sus malos hábitos. Dejemos los viejos rencores hacia otros a quienes debemos perdonar, dejemos cualquier pecado no confesado a Dios ni perdonado por Él. El puede cerrar la puerta del pasado si tan solo creer en su promesa“… “A esos egipcios que hoy ven, jamás volverán a verlos” (14:13b). Promesa para el pueblo de Israel y promesa para nosotros para este nuevo año.
2. Cobremos ánimo y vayamos adelante en cada día, semana y mes. Porque el pasado pertenece a Dios, nuestro futuro está en sus manos y su poder está a nuestro alcance para ayudarnos.
Tengan un Bendecido año 2023.