Entonces el ángel de Dios, que iba delante del ejército de Israel, se dio vuelta y fue a situarse detrás de éste. Lo mismo sucedió con la columna de nube, que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas. Quedando entre los egipcios e israelitas. Durante toda la noche, la nube fue oscuridad para unos y luz para otros, así que toda esa noche no pudieron acercarse los unos a los otros.

Libro de Éxodo 14:19-20

Al entrar a un Año Nuevo no deberíamos evaluar lo negativo del año anterior y hacer predicciones para el año que comienza, sino considerar nuestra actitud al mirar en ambas direcciones. Interesante ver cómo reaccionamos ante las cosas pasadas y las que nos confrontarán en este año, es algo importante. ¿Cómo encontrar esas verdades que nos ayudarán en nuestra disposición, nuestras actitudes, nuestras reacciones ante las cosas de la vida? —Este relato del libro de Éxodo nos ayudará.

Los israelitas que habían salido de Egipto en contra de la voluntad del faraón, éste estaba en el funeral de su primer hijo el cual había muerto por el ángel de Dios, mientras los hebreos llegaron al Mar Rojo que les cerraba el camino para avanzar, se dieron cuenta con horror que detrás de ellos los perseguía el ejército egipcio. La situación era desesperante. Anoche a las 12, nos recordó que todos estamos viajando a través del tiempo en un mundo convulsionado por donde quiera que lo veamos. Como el pueblo de Israel, nos persiguen cruelmente los sufrimientos y fracasos del pasado en el año terminado y nuestro avance incierto, desconocido en este nuevo año. Hay tres verdades que arrojan luz en este relato que nos ayuda a cómo debemos reaccionar.

ALGUNOS DE NUESTROS MAYORES PELIGROS NO SON LOS QUE NOS ESPERAN EN 2023 SINO LOS QUE NOS PERSIGUEN.

No era tanto el Mar Rojo por delante como los enemigos que venían detrás de ellos lo que les provocó pánico. Y nosotros, pensamos que hemos escapado de los fantasmas del pasado cuando volvemos atrás y observamos que nos persiguen y que volveremos a lo mismo, alguien dijo que somos esclavos de nuestros propios vicios, o de nuestros errores.  Algunos de nosotros somos perseguidos por:

1. Temores, frustraciones, fracasos, pesimismo, una enfermedad y otros más.

2. Otros son perseguidos por la tristeza, porque experimentaron el año anterior algún acontecimiento doloroso, como la muerte de alguien que amábamos. No es en el futuro sino en el pasado que sufrimos o vimos sufrir a alguien cercano a nosotros.

3. Otros son perseguidos por la consecuencia de algún pecado no perdonado, de una adiccion la cual es una tentación que quiere echarnos mano de nuevo.

Los israelitas dejaron Egipto pero no a los egipcios. El  impedimento en nuestro crecimiento en Cristo o el avanzar hacia la madurez de nuestro carácter cristiano en el nuevo año puede que no venga de algo en el futuro sino de cosas que arrastramos del año anterior.

Continúa…

Lee Éxodo 14:8-20