“Antes de sufrir anduve descarriado, pero ahora obedezco tu palabra”

Salmo 119:67

LA AFLICCIÓN MORTIFICA LOS DESEOS CARNALES QUE SON ENGAÑOSOS Y NOS DISTRAEN

Y al mismo tiempo nos lleva a un estado espiritual que encaja más con la Palabra de Dios. Hay deseos engaños que son un absurdo como: la codicia, la avaricia, el egoísmo, la apatía, el hurtar, maldecir o desear el mal a otros, los pleitos, la ira y un sin número de males, que nos afectan y afectan a los que están cerca de nosotros. Recordemos el consejo de Jesús: “No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzgan se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Mateo 7:1-2).

Mi oración para ustedes es que el Espíritu Santo les dé la ayuda para aceptar estos consejos. Si estás en una situación de aflicción procura salir de ella aplicando la palabra de Dios y obedécela. Tengamos paz, seguridad y esperanza. Esto te devolverá el gozo que Cristo nos ofrece.

Lee Salmo 119:49-72