Cuando David y sus hombres llegaron a Ciclag, encontraron que la ciudad había sido quemada, y que sus esposas, hijos e hijas habían sido llevados cautivos. David y los que estaban con él se pusieron a llorar y a gritar hasta quedarse sin fuerzas.

1 Samuel 30:3-4

Cuando Don Benito Juárez, pasaba por momentos difíciles dijo: “Me siento el más miserable del mundo.” Tal vez tú lo has pensado o lo hemos expresado alguna vez.

Mucha gente llega a sentirse desalentada o deprimida. Cuando uno lee sobre el profeta Jeremías, el profeta Elías, David, el apóstol Pedro, el apóstol Pablo y otros personajes de la Biblia, quienes enfrentaron momentos de desaliento. En la actualidad mucha gente sufre de depresión ya sea moderada o profunda. Es el mal de este tiempo.

ALGUNAS RAZONES PARA EL DESALIENTO

• Una fe débil permite que ocurra el desaliento. 1 Samuel 21:1, ante situaciones de riesgo, nuestra fe se debilita y se hace frágil.
• Vivir con la compañía equivocada no cristiana, abre la puerta al desaliento porque los problemas se agudizan, uno podrá depender de la voluntad de Dios y la otra persona no, porque no cree, u otros asuntos donde se involucra la fe o la incredulidad. A veces no hay acuerdo.
• La pérdida de un ser amado, afecta a toda la familia o a uno más que a otros. Hay desacuerdos para resolver los pendientes para el presente o para el futuro.                                                                                                  
• Afectados en nuestro patrimonio o situación de bancarrota produce mucha tristeza, por la pérdida del trabajo o por fracaso en los ingresos económicos.
• Problemas frecuentes que producen relaciones quebrantadas producen desánimo.
• La crítica mal intencionada o injusta produce malestar emocional, y nos quita el deseo de seguir en ese asunto.
• La enfermedad personal grave y duradera nos produce confusión, tristeza e impotencia.

ALGUNAS ACCIONES PARA VENCER EL DESALIENTO 

• La fe en Dios es la roca fundamental para la recuperación.
• Usemos el recurso de la oración para ser sostenidos en la prueba.
• Debemos buscar ayuda espiritual del pastor o de un consejero cristiano.
• Buscar intercesores para apoyo en oración. 
• Realizar otras actividades que ayuden en el uso del tiempo y no estar con la mente en blanco o con pensamientos obsesivos.
• Debemos dar gracias a Dios por haber tenido su apoyo para lograr la victoria ante la situación depresiva.

David y sus soldados después del duelo reaccionaron y tomaron la decisión de ir a perseguir a los enemigos y secuestradores, logrando la victoria y la recuperación de sus familias y de sus pertenencias con la ayuda de Dios, al cual glorificaron en gratitud. Todo es posible con la ayuda de Dios, es asunto de creer que Él todo lo puede.

Lee la historia de David contra los amalecitas en 1 Samuel 30