“Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras ni lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!”

Salmo de David 19

Maravilloso y sublime salmo, a manera de alabanza al creador del universo, incluyendo esta hermosa tierra que habitamos. Esto se conoce como la revelación natural de Dios, es decir, para la mente del ser humano que poco considera que detrás de esta creación hubo una mente muy inteligente y muy sabia, para plasmar como en un lienzo lo más hermoso que el ser humano podía concebir.

La revelación natural nos habla de Dios, esta fue lo primero que Dios creó para darse a conocer, también lo hizo para Él, para su propia gloria. Lo creó, para dar a conocer su poder y su grandeza. Lo creó también para que el hombre lo disfrutara, desde el principio.

Cuando todo fue creado lo puso en las manos del hombre y de la mujer la primera pareja humana,  ya que él es su máxima creación y el objeto de su amor, de su inmensa misericordia porque no quiere que ninguno de los descendientes de Adán y Eva se pierdan muriendo eternamente.

Es conveniente decir que la máxima revelación de Dios fue por medio de su Hijo, Jesús el Mesías, El Salvador del pueblo escogido de Dios, Israel y de los gentiles que deseen aceptar voluntariamente la salvación por medio de él, porque Dios no quiere que nadie se pierda, sino que tengan vida eterna en su nombre. Desde el principio todo lo creado tuvo un propósito y se fue cumpliendo a lo largo de la historia. 

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