Voy a desafiarlos que lleven acabo un pequeño experimento un día de esta semana, ¿Qué pasaría si escogieras un color, el que tu desees: rojo, amarillo, azul, verde o cualquier otro, y al escoger ese color te vas a concentrar solo en ese color. Así que sales de tu casa para ir al trabajo, a la escuela u otra actividad a lo largo del día, no crees que notarías varias cosas que simplemente resultarían ser de ese color y que tu no te has percatado? Yo escogí el verde, solo el verde, vi personas con ropa verde, mujeres jóvenes con cabello verde, edificios, árboles, letreros verdes, vehículos verdes, dólares, etc. hasta vi changos verdes. Experiméntalo pronto, para que no olvides la enseñanza que te daré a continuación y la apliques a tu persona. Presta atención al color que elijas, ilumina las cosas que no podías ver antes, porque cuando transitamos por donde sea vemos multicolores y no prestamos atención en algunas cosas que son interesantes. Además tu cerebro te lo agradecerá, porque estás usando el poder de la concentración. 

DE IGUAL MANERA, … IMAGÍNATE como cambiaría tu vida si decides prestar atención a la presencia de Dios cerca de ti. Moisés era un ser humano como nosotros, con las mismas carencias morales, pero se percató de la presencia de Dios, se iba a acercar más para ver la zarza y Dios le habló.

¿Qué tan consciente eres de los asuntos espirituales.? ¿Estás siempre pendiente de la mano del Señor en tu vida? Moisés no lo estaba, hasta que tomó la decisión de obedecer a Dios ante la zarza ardiendo. Con demasiada frecuencia  no tenemos presente las cosas que Dios pone en nuestro camino. No podemos fijarnos en zarzas ardiendo, porque estamos demasiados ocupados esperando el siguiente mensaje de texto o actividad por realizar. Divagamos, estamos absortos,  pero Moisés no, se acercó un poco más para ver, decidió ir a investigar con la mirada fija desde donde Dios le daría a conocer su voluntad.

Continúa…

Lee Éxodo 3:4-6