La Biblia rebosa de vida. Si tomas una concordancia bíblica y buscas las palabras que más se mencionan, descubrirás que la mayor cantidad se lo llevan las palabras: vida-amor-fe.
El apóstol Juan dice: “en él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres” (1:4; 5:21,26,39,40; 6:33,40,47,53,54). La idea de él es, que si centramos nuestra vida en Cristo, el temor, la tristeza, la angustia, el cansancio de la existencia, el agotamiento y el disgusto desaparecerán. ¿Cómo se llena uno de esta vida tan gozosa que casi todo mundo la desea? Es la antigua fórmula del ser humano. Establecer un contacto auténtico con el poder dinámico, vital que se encuentra en Jesucristo, el Mesías prometido, El Salvador de la humanidad. Es un asunto de relación personal y recibiremos su gozo. Tienes que decidir centrar tu mente, voluntad y espíritu en Él y Él producirá en ti el gozo por la vida y te llenará de El, produciendo paz verdadera. A partir de esa experiencia tu debes continuar en comunión con Él porque promete: “les he dicho esto para que tengan mi gozo y su gozo será completo” (Juan 15:11). Debemos actuar con gozo, aunque todavía no haya llegado la respuesta de nuestra oración.
El escritor William Barclay escribe: “La oración no es huir. La oración no libera a un hombre de una situación terrible, la oración te permite enfrentarte a ella y dominarla”. Cuando nosotros con la ayuda del Espíritu Santo dominamos una mala situación, es natural que nos sintamos felicites y la vida adquiere un tono más agradable.”
Un dicho dice: “las plegarias deben ser la llave del día y la cerradura de noche”. Desde la antigüedad, las personas creyentes espirituales descubrieron que las oraciones generaban entusiasmo.” Así que, manos a la obra, es decir busca a Dios en oración, tómate un tiempo cada día para estar en comunión con el apoyo del Espíritu y por medio de Jesucristo y experimentarás cambio en tu persona, cambiarás tu forma de pensar, tu personalidad será afectada y con Jesús de nuestro lado seremos capaces de vencer el hastío que nos produce la vida con sus circunstancias adversas. Si Él está en ti, entonces la verdad vive en ti, Dios está contigo y su Espíritu para moderar nuestro ímpetu inquieto y temeroso. Y tendremos el gozo prometido, el cual nos dará salud mental, paz, seguridad y un impulso espiritual en nuestra vida.
Lee Juan 15:9-11