Los versículos 3 al 14 de la Carta a los Efesios, es un pasaje largo por su contenido. Cada versículo está lleno de intuiciones majestuosas de las potentes acciones salvadoras de Dios, para cada miembro de la raza de Adán. El apóstol toca cada aspecto de la experiencia de la salvación, por lo tanto, demanda un examen cuidadoso de cada frase sucesiva, que emana de la precedente y que a su vez da nacimiento a la siguiente. Algunos lo han llamado un salmo de alabanza y otros un himno de alabanza, “por la redención y la consumación de todo lo creado, realizado en Cristo a través del Espíritu de acuerdo al eterno propósito de Dios”.

Para entender el pensamiento del apóstol debemos desarrollar su frase en sentencias breves. Solo veremos los versículos 3-4 “Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él.”

El apóstol Pablo piensa en los seguidores de Cristo como el pueblo escogido de Dios y dirige el asunto en tres direcciones:

(1) PIENSA EN LA ELECCIÓN DE DIOS

Jamás creyó haber elegido él mismo el servicio y la obra de Dios que realizaba, siempre pensó que Dios lo había escogido. Jesús había dicho: “No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes” (Jn. 15:16). Para el apóstol Pablo todo viene de Dios. Nada sería extraordinario que el hombre escogiera a Dios; lo maravilloso es que Dios haya escogido al hombre, y eso te incluye a ti y a mí.

Continúa…

Lee Efesios 1:3-14