Marcos 9: 14-29

En esta narración del escritor Marcos nos relata una experiencia más en el ministerio terrenal de Jesús de Nazaret. Después de que Él bajo del cerro de la transfiguración, había dejado a 9 de sus discípulos y tres lo habían acompañado, al acercarse a la multitud le informaron que los discípulos no habían podido liberar a un muchacho endemoniado.

EL PROBLEMA

El papá del muchacho estaba muy preocupado, su hijo estaba poseído por un demonio y era afectado en el habla V. 17,18, con manifestaciones violentas tratando de matarlo.

LA QUEJA    V. 18b, 19

Los discípulos no pudieron liberarlo por más esfuerzo que hicieron, posiblemente en su impotencia hubo impaciencia e incredulidad. Fracasaron. 

EL LLAMADO  V. 20

Jesús pidió que le llevaran al muchacho y hubo manifestación violenta del demonio al ver a Jesús V. 20 tenía bastante tiempo de estar poseído por este demonio   V. 21a.

LA PETICIÓN   V. 21c

El padre del muchacho le dijo a Jesús: ¿Puedes hacer algo? Ayúdanos

¿SI PUEDO? Respondió el Señor V. 22, y manifestó su poder.   V. 23, ante la poca fe del padre y Jesús liberó a su hijo del malvado demonio V. 25

Los discípulos impresionados, le preguntaron a Jesús: ¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera el demonio?

Jesús les respondió: “Este tipo de demonio con nada puede salir, sino con oración y ayuno.” V. 29

Muchas veces caemos en la trampa de aquellos que impiden que busquemos ayuda ante los problemas que tenemos, aún en la enfermedad. Cristo quiere ejercer su poder en nuestro favor, aunque solamente tengamos poca fe. Acude a tu Señor Salvador y Sanador, Él proveerá lo que necesitas.

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