“Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?”

Jeremías 17:9

Los símbolos en la Biblia son muchos e interesantes. Tienen una riqueza maravillosa, que cualquier persona puede descubrir su significado. En este caso el profeta Jeremías nos habla del corazón. Cuando él usa este término, se refiere al ser del individuo, al yo, al alma, a la mente y voluntad, al espíritu caído. El profeta dice que el corazón es engañoso, debido a que el ser humano está extraviado en sus acciones, hay corrupción en su vida. Jeremías dice también “que es una llaga podrida desde la mollera de su cabeza hasta las plantas de sus pies”. Como es un ser caído por el pecado, su naturaleza es imperfecta esto lo lleva a ser inoperante, es pecador, se ha revelado contra su creador, está apartado de Dios y es reo de condenación eterna, si llega a morir físicamente estará perdido eternamente. Como es un ser imperfecto es engañador, farsante e hipócrita. Delante de Dios no puede esconderse porque Él lo ve y lo juzga, no tiene escapatoria a menos que se arrepienta y regresa a su creador, a su redentor, a Dios, por medio de su Hijo Jesucristo.

Jeremías dice, ~¿quién lo puede comprender?~, nadie, ni él mismo se comprende por eso es necesario su redención, está cautivo por el diablo, las circunstancias y por sus propios pecados. Solo en Cristo puede resolver su estado caótico, debe confiar su vida a Él quien es su única esperanza. Si se arrepiente de todo lo malo que ha pensado y hecho Cristo hará de él un nuevo hombre, salvará su alma, le dará un nuevo sentido a su vida, tendrá paz y seguridad eterna.

Espero que tú tengas esa seguridad, si la tienes debes compartir este mensaje con tus amigos y conocidos, hazlo pronto, necesitan la ayuda. Jesucristo les dará un nuevo corazón perfecto. Él dijo: “Felices son los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios” (Evangelio según Mateo 5:8).

Lee Jeremías 17:5-14