¿Has observado cuando una persona está enojada contigo?, no te ayudará en lo que le pidas que haga. Está molesta, lo has ofendido y ayudarte, eso es imposible.

¿Está Dios enojado contigo? Si lo está, ¿Cómo es posible que busquemos su ayuda, si se siente ofendido? En otra parte de la Escritura Sagrada, dice: “Horrenda cosa es caer en manos de un Dios vivo” (Hebreos 10:31). Si hicimos mal o le desobedecimos, tenemos que reconocerlo y buscarlo en arrepentimiento, no debemos acumular los pecados, debemos pedir perdón.  El salmista David lo experimentó o algo no hizo bien o algo hizo mal, y llegó a su vida las consecuencias.  Isaías 54:7-8 dice: Esto dijo el Señor tu Dios: “Te abandoné por un instante, pero con profunda compasión volveré a unirme contigo. Por un momento en un arrebato de enojo, escondí mi rostro de ti; pero con amor eterno te tendré compasión – dice el Señor tu Redentor”.   El salmista David afirma: “Porque solo un instante dura su enojo”. “Pero toda una vida su bondad”.

Tu y yo durante los años de vida que tenemos en muchas ocasiones hemos visto la misericordia del Señor y en nuestros años venideros, Dios continuará participando continuamente con su gentil bondad.

Continúa…

Lee Salmo 30, Isaías 54:7-10