Una mañana muy fría, durante la guerra en Corea, unos soldados se alinearon cerca de un camión-cocina para recibir su almuerzo. El corresponsal de un periódico se quedó mirando a un soldado con barba larga, cubierto de lodo su uniforme y su rostro expresaba mucho cansancio. Después de estarlo mirando, el corresponsal de guerra se acercó a él y le dijo: “Si yo pudiera lograr que Dios le diera a usted lo que más desea, ¿Que le pediría? El soldado permaneció en silencio por unos instantes, mientras la esperanza renacía en su mente, y después respondió lentamente: “Le pediría, que me diera el día de mañana”. Sinceramente, considera la pregunta: ¿tú qué le pedirías?

Salmo 30: 5 “Porque solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.”

Cuántos de nosotros hemos querido tirar la toalla en los momentos de desesperación, en las pruebas o el dolor, no vemos la salida, oramos y no llega la respuesta y todo nos causa confusión o impaciencia, a otros les causa dolor. Posiblemente un dolor físico provocado por una enfermedad ya prolongada, o un ser amado que ha muerto, depresión por no encontrar la solución. Problemas en el negocio, o no se tiene trabajo, u otro tipo de situación que verdaderamente preocupa.

El salmista David dice: ~ Te pedí ayuda y me sanaste. Me hiciste revivir de entre los muertos.  (30:2-3) Dios es así, recompensa la fe.

ENTONCES: LA AYUDA ESTÁ EN EL SEÑOR.

“Porque su bondad dura toda la vida” v. 5 En la bondad del Señor, está su amor y su misericordia.

Continúa…

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