“El me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación”

Salmo 91:15,16
ME INVOCARÁ Y YO LE RESPONDERÉ 

La Oración tiene mucha importancia en la vida del creyente en Jesucristo. El enseñó a orar a sus discípulos, les dio testimonio cuándo Él se apartaba de ellos para dedicar tiempo a la comunión que tenía con su Padre. Lo hacía en privado por algunas horas, y lo hacía en público antes de realizar algún milagro. Ejemplo les dio para enfrentar las adversidades por medio de la oración. Él creía que su Padre lo escucharía y le respondería ante el desafío o la situación que se presentaba o lograr el éxito en su obra de evangelismo, de servicio ante la necesidad de sus oyentes, entre otras cosas. Él es un ejemplo para nosotros de la oración persistente y la perseverancia alcanza su resultado porque Dios le agrada nuestros ruegos y responde en el momento preciso.

CON EL ESTARÉ EN LA ANGUSTIA

Dios ha cumplido esta promesa a lo largo de la vida de su pueblo, y lo continúa haciendo. Su omnipresencia es un atributo que nos favorece. Es esa linda compañía que está con sus hijos en los momentos de sufrimiento. Su compañía fortalece, se siente, por eso nos anima. No estamos solos como para tener temor o angustia Él está contigo y con todos aquellos que creen su promesa.

Jesucristo dijo: “Yo estaré con ustedes . . .”. “No los dejaré huérfanos, vendré a ustedes porque “les enviaré al Consolador”, él “les ayudará en todo y les mostrará la verdad”. En tus momentos de tristeza, soledad o angustia dile al Espíritu Santo que te fortalezca en el Nombre de Jesús.

Continúa…

Lee Salmo 91:15-16