“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia”

Proverbios 3:5

No se puede visitar la ciudad de Paris sin ir a ver la Torre Eiffel, que construyó Alejandro Gustavo Eiffel en 1887 y lo terminó 1889. Un tiempo después de ser inaugurada, llegó a Paris Tomas Alba Edison, para ese tiempo él había logrado 1370 patentes. Subió a la Torre y se le invitó a escribir en el libro de oro de visitantes distinguidos y él escribió: ~Al Sr. Eiffel, el valiente constructor de esta obra tan gigante y original de la moderna ingeniería, de parte de un hombre que siente la más grande admiración por todos los ingenieros, incluyendo al más grande de ellos: Dios. Y firmó, Tomás Alba Edison. 

Nosotros como hijos de Dios, adoptados por medio de Jesucristo, debemos reconocerlo como el más Grande, el todopoderoso, el único Señor y Rey.

Debemos Confiar en Dios, el más Grande de todo corazón (Proverbios 3:5)

Nuestra fe en sus promesas nunca será defrauda. El Señor es bueno cumplirá su palabra en bien de nuestro bienestar. Es fácil depender de nosotros mismos, consideramos que con nuestra inteligencia podemos lograr todo lo que nos propongamos y resolveremos todo asunto y todo problema. Algunas veces lo logramos, pero en otras los problemas no son resueltos. Es mejor pedir la ayuda de Él y nos sentiremos satisfechos, la alegría volverá a nosotros.

Continúa…

Lee Proverbios 3:4-5