Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia.

Judas 1:2

Una linda triada de Judas el escritor (no el traidor) de esta última carta general que encontramos en el Nuevo Testamento, versículo 2, ya que la carta se compone de un solo capítulo, una carta breve pero muy humana, compasiva, de instrucción y de advertencia a sus lectores sobre la filosofía gnóstica.

Judas era medio hermano de Jesús El Salvador y a pesar de que su conversión fue hasta que el Señor resucitó, debe haber escuchado las enseñanzas de Él, pudo ver las sanidades y milagros que Jesús hacía, pudo considerar que de su medio hermano emanaba compasión, misericordia y amor por la gente, era un pacificador. Cuando llega a reconocer que en verdad Jesús era el enviado de Dios por el testimonio de sí mismo, de sus padres José y María tuvo convicción de que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios. La influencia fue tal que Judas se convierte en un predicador del evangelio, y se considera un siervo de Jesucristo, escribe con tanto fervor a los cristianos para advertirles y defender la causa de su Señor y Salvador Jesús.  

Judas saluda, no solo a los primeros lectores, también a todos los que leen su carta, lo hace con sentido de gozo y amabilidad. Tengan misericordia, es de Dios de quien recibimos su bendita gracia, su misericordia nos salvó y nos prometió vida eterna por Jesucristo. Esta linda virtud debemos incorporarla en nuestras relaciones, porque esa misericordia que viene de Dios, debemos practicarla en favor de otros, sea para salvación o de oportuno socorro. Tengan paz, el Señor Jesús proveyó para nosotros esta paz reconciliadora con Dios su Padre, paz interna, que no se hace estar satisfechos de haber sido adoptados por Dios, Él cual se constituye en nuestro Padre.

Judas en su saludo dice, que tengamos amor en abundancia. Qué maravilloso es ser amados por Dios, por Jesucristo, por el Espíritu Santo y por los hermanos en la fe. Es ese amor que nos sostiene, nos fortalece y nos motiva a ser fieles al Señor, a servirlo y a compartirlo.

Que la misericordia de Dios, la paz de Jesucristo y el amor del Espíritu Santo sea contigo y con los que amamos al Señor.

Lee Judas 1