“¡Dichoso aquel a quien tú escoges, al que atraes a ti para que viva en tus atrios! Saciémonos de los bienes de tu casa, de los dones de tu santo templo. Tu coronas el año con tus bondades.”
Salmo de David 65:4,11a
Ciertamente, Dios en su Espíritu convence al hombre y a la mujer a volver a El por medio de Cristo Jesús. Es nuestro anhelo y oración de que todos nos involucremos en esta tarea inconclusa, comenzando con nuestros familiares cercanos y lejanos, con los amigos y con los conocidos ya sea en los estudios o en el trabajo, sin que se nos olvide nuestros vecinos. Orando antes por los que deseamos que acepten nuestra invitación de venir al templo de Dios o para dar nuestro testimonio de conversión. Tal vez quieran aceptar estudiar la Biblia en su casa o en la nuestra. Debemos buscar todas las posibilidades para dar testimonio de Cristo, la oración es muy importante y necesaria.
El reino de Dios debe crecer por medio de la iglesia local; tu y yo si somos parte de una iglesia local debemos en este nuevo año hacer la obra del reino. Además, lindo es, que nos ocupemos de algún ministerio: la enseñanza con los niños y adolescentes, discipulando a nuevos creyentes en Cristo, ministerio de despensa recabando víveres en donde sea posible para enviar a las misiones, o participar en un grupo de oración y estudio entre semana, visitar enfermos para orar con ellos, visitar frecuentemente o de vez en cuando alguna de nuestras misiones o ir en una caravana médica o misionera a algún lugar de los que se visitan, tal vez ministerio de ayuda monetaria. Hay otros ministerios o crear uno nuevo dando libertad para ese ministerio. Vivamos en “la bondad de Dios” y El coronará nuestro nuevo año.
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