4- El Espíritu Santo es nuestro Unificador
Importante en nuestras relaciones humanas porque Él unifica, integra, genera paz, reconcilia y nos lleva a la comprensión porque Él une. A veces nuestro carácter impulsivo nos traiciona, ofendemos a los que amamos, a nuestros compañeros de trabajo, de estudio o a los parientes. Nos comportamos groseramente. Al buscar la reconciliación primeramente debemos pedir perdón a Dios por medio de Cristo Jesús quien nos reconcilió primeramente con Dios y al Espíritu porque lo entristecemos y después, debemos buscar a quienes ofendimos el Espíritu nos dará valor para hacerlo y también nos dará paz (Hechos de los Apóstoles 2:1-42).
5- El Espíritu Santo es nuestro Intercesor
El intercesor habla en favor de alguien para conseguirle una petición, un favor o un ruego para librarlo de un mal. Comprendemos que Cristo Jesús es nuestro abogado e intercesor ante Dios el Padre. El Espíritu Santo es nuestro guía en la oración, a veces no sabemos como pedir lo que realmente necesitamos a Dios, el Espíritu Santo perfecciona y defiende nuestro deseo o causa ante Dios. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Más el que escudriña los corazones sabe cual es la intención del espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (A los Romanos 8:26-27).
Continúa…