La actitud presente, es más importante que la actitud en el  pasado, más importante que la educación, el dinero, lo que otros piensan de ti, tus dolores, tus decepciones o las circunstancias presentes. La actitud es la que alimenta el fuego de la esperanza, deseando que las cosas cambien o los asuntos cambien. Cuando nuestras actitudes son como es debido no hay obstáculos que no se puedan superar, pero sueños o  desafíos demasiado grandes que no se puedan alcanzar no son convenientes. Nos importa ser codiciados por el reloj, por el tiempo atmosférico, las acciones o reacciones de la gente, pero especialmente la murmuración o la crítica mal intencionada, no deben afectarnos. ¿Cuáles Deben Ser nuestras actitudes hacia la vida?

LA BIBLIA NOS HABLA DEL VALOR DE LAS ACTITUDES NOBLES

El Apóstol Pablo al escribir su carta a los Filipenses, habla de las actitudes. Aunque la iglesia de Filipos era una iglesia pacífica, madura, espiritual, les dice: Leer: 2:1 “Por lo tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo  en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento”.

¿Cuál es el significado? En la persona de Jesucristo hay estímulo, hay amor y efectiva comunión del Espíritu para el disfrute del cristiano, así como afecto y misericordia. De modo que Pablo, ruega a sus lectores que aprovechen ese positivo y estimulante almacén celestial para ser cristianos que edifican fortalezas, animan y ayudan tanto a uno como a los demás con mayor entusiasmo.

Continúa…

Lee Filipenses 2:1-4