La mayoría de nosotros si Dios nos permite pasaremos el 50% de nuestra vida adulta en el trabajo. Deseamos saber que nuestro trabajo tiene sentido, que nuestro trabajo importa. Pero el estrés, las exigencias y la adversidad nos puede hacer ver nuestro trabajo como algo difícil, algo que acabar. Esta reflexión te ayudará a reconocer el poder que tienes al elegir un significado positivo para tu trabajo que está arraigado en la fe.

Iniciaré este asunto con la historia del adolescente José conocido como el “soñador”. Me imagino que la has leído porque es muy popular sobre todo para los que leen la Biblia, su historia se encuentra en el libro de Génesis capítulos 37 al 47. José era uno de los doce hijos del patriarca Jacob. Era el preferido de este padre y eso encendió los celos en sus hermanos,  sobre todo por sus sueños de grandeza. Jacob tuvo sueños de que sería famoso en el futuro y que sus hermanos se inclinarían ante el, sus hermanos quisieron matarlo en cierta oportunidad que tuvieron pero decidieron venderlo a unos mercaderes de esclavos que iban a Egipto, ahí se desarrolla su historia.

José le dio importancia a su trabajo porque creyó que eso deseaba Dios y eso es una gran verdad, todo trabajo es importante para El porque es Dios quien da el talento, vocación, capacidad y habilidad para lograrlo. No toda la gente lo cree así, pero el verdadero creyente en Él consideramos que si es verdad.

Continúa…

Lee Génesis 37