“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”. — Le respondió Jesús
Evangelio de Mateo 22:37
“La mente es un ente (identidad o existente) profundo y complicado, donde nace el intelecto y los pensamientos, es emergente y autor regula, necesita del cuerpo, y del cerebro para aprender, posee un proceso relacionar” (Dic).
La mente aprende constantemente del ambiente, de las enseñanzas, de la información y de las personas que nos rodean. Al estudiar la Biblia podemos llegar a dos conclusiones sobre este -ente- tan increíble que tenemos dentro de nosotros.
1. Un asunto importante de recordar: No podemos confiar en nuestra mente. “Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra y le dolió en el corazón” (Génesis 6:5,6). La mente es muy frágil, su tendencia es frecuentemente hacia el mal. El profeta Jeremías al observar a su pueblo en su mal proceder, expresó: “Nada hay tan engañoso como el corazón, no tiene remedio, ¿Quién puede comprenderlo?” (17:9).
Continúa…
Lee Jeremías 17:5-10