Porque yo se muy bien los planes que tengo para ustedes, —afirma el Señor- planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor—, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté, —afirma el Señor.-

Jeremías 29:11-14

Esta lectura es parte de la primera carta enviada por el profeta Jeremías a la gente de Israel que ya habían sido deportados al cautiverio en Babilonia. Versículos 1 al 23 y la segunda carta son los versículos 24 al 32. Dios le promete al pueblo un futuro mejor y una esperanza, los hará volver del cautiverio en Babilonia. Jeremías fue testigo de la terrible destrucción de la ciudad de Jerusalén, la destrucción del templo, y de los miles de muertos, además testigo de las deportaciones a Babilonia. Nabucodonosor no permitió que Jeremías fuera a Babilonia por estar enfermo y anciano, lo dejó al cuidado de personas   cumpliendo con el propósito de Dios.

Todos tenemos planes a corto plazo, para mañana, para esta semana, o para este mes, también tenemos planes a largo plazo y deseamos con el favor de Dios lograrlos. Esto nos conduce al tema de hoy: ¿Conoces los planes de Dios para ti? o ¿Qué es lo que quiere Dios de ti ? ¿Lo has pensado? Posiblemente.

Según el texto del profeta Jeremías, LA PRIMERA CONSIDERACIÓN Y ACEPTACIÓN DE NOSOTROS es que: “Dios tiene planes de bienestar para nosotros” (v. 11a). Tenemos que ser muy observadores respecto cada día que vivimos, tener mucho cuidado con lo que pedimos a Dios respecto a lo que vamos a realizar, recordemos que su palabra nos orienta a considerar su voluntad, para que estemos de acuerdo con Él y contribuya a nuestro bienestar presente y futuro. Es conveniente hacer planes,  busquemos tan solo Su aprobación y todo nos resultará mejor.

Continúa…

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