Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable, y exteriormente lavados con agua pura. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

Carta a los Hebreos 10:19-25

Esta carta a los hebreos o judíos es muy linda. En este pasaje expone aplicaciones prácticas por su instinto pastoral. No piensa por el simple hecho de pensar o por la emoción de la satisfacción académica e intelectual. Piensa sólo que puede apelar más vigorosamente a los lectores para que entren en la presencia de Dios como debe ser. Comienza diciendo tres cosas sobre Jesús el Mesías:

1- Jesús es el camino vivo hacia la presencia de Dios.

Dice que nosotros entramos en la presencia de Dios a través del velo, es decir, a través del cuerpo de Jesús. Recuerdan que en el templo había un velo que separaba y excluía al lugar santísimo de la presencia de Dios. Para que los hombres pudieran entrar a la presencia de Dios, ese velo tendría que haber sido rasgado en dos a fin de que pudiera revelarse esa presencia. Ahora bien, el cuerpo de Jesús velaba su divinidad. Cuando el cuerpo de Jesús fue desgarrado sobre la cruz entonces los hombres vieron verdaderamente a Dios, porque se revela en forma real y definitiva su amor. El velo del templo que separaba el lugar santísimo se partió en dos cuando Cristo entregó su Espíritu. En Jesús tenemos a alguien que nos abre el camino a Dios mostrándonos su amor y ofreciendo a Él un sacrificio perfecto y una perfecta obediencia por Jesús.

Continúa…

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