La Biblia, tiene un libro en dos tomos sobre la crónica de los reyes de la nación de Israel. La crónica del reinado de este niño rey comienza así: >Cuando Josías comenzó a reinar era de ocho años, y reinó en Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de Boscat. Josías hizo lo recto ante los ojos del Señor su Dios, y anduvo en todo el camino de David su padre. Sin desviarse a ningún lado < (2 Reyes 22, 23) 

Es de admirar la sabiduría de Dios en este niño rey, su abuelo Manasés quien fuera también rey, hizo lo malo ante los ojos de Dios, Manasés comenzó a reinar cuando tenía 12 años, la influencia mala de políticos corruptos, y de familiares convenencieros, más la comodidad de religiosos falto de criterio y de temor a Dios permitieron que el paganismo entrara en la vida del pueblo durante 55 años. Manasés murió y le sucedió en el trono su hijo Amón, tenía 22 años de edad, reinó solo dos años e hizo lo malo ante los ojos de Dios como su padre Manasés, fue un pagano y permitió que la nación continuara en el paganismo.

No así su hijo Josías que a pesar de su corta edad obedeció a su madre para que fuera un buen gobernante y le buscó asesores justos para que lo apoyaran en la administración del reino. A los 18 años, mandó hacer reparaciones en el templo. Mientras los albañiles trabajan, descubrieron el libro de la ley, al presentarle el libro a Josías por parte del sacerdote Hilcías, Josías se indignó por el descuido de la vida espiritual del pueblo contra el sacerdocio por haber descuidado la Palabra de Dios. De inmediato puso en práctica todo lo que la Ley del Señor decía. Se inició un avivamiento espiritual en toda la nación de Israel, celebró la fiesta de la pascua la cual durante muchos años no se practicaba. Desterró el paganismo y la bendición del Señor vino de nuevo a la vida de la nación. Josías murió joven de 39 años, Dios se agradó de su vida. 

Los padres cristianos deben inculcar las verdades de Dios a sus niños, muchachos y adolescentes, para que tengan una formación temerosa de Dios y obedientes a su Palabra. La iglesia debe proveer educación bíblica, por medio de maestros capacitados en la Palabra y en el temor de Dios, para tener niños que se formen según la voluntad de Dios. Nuestros niños deben de ser para Cristo.

Lee la historia del Rey Josías 2 Reyes 22:1-20, 23:1-25