Esta es una pregunta perturbadora para algunos y para otros es una pregunta reflexiva. En la carta de Santiago, quien era, medio hermano de Jesús de Nazaret, llamado el Cristo, lo expresa así: “Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: “Hoy y mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.” ~ ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ~ ¿Qué es su vida? “Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece.” Más bien, debieran decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”. ~Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala~ (4:13-16) .
Así que la pregunta continúa en pie: ¿Qué es tu vida?, con seguridad tú tienes una respuesta. La Biblia habla de la vida, como algo breve, no importa cuántos años tengamos o cuántos más nos quedan, lo cierto es que pasaran pronto y cesará.
Para algunos la vida es trabajo y más trabajo, para la satisfacción de su ego, se olvidan de la familia, de los asuntos espirituales y de otros asuntos importantes en las relaciones y servicios humanos.
Para otros es hacer dinero y más dinero con el propósito de agenciarse cosas, bienes y diversiones.
Para otros la vida es tener poder para ejercer influencia y control sobre otros. Ciertos políticos caen en esta filosofía vanidosa, se corrompen, caen en el peculado y conducen al desastre a sus gobernados.
Para unos más, la vida es aburrida y sin sentido es mejor apresurar la muerte y se suicidan en forma directa o indirecta cayendo en la adicción de los estupefacientes, en el alcohol o abusando de los medicamentos.
Para otros más, la vida es agradar a Dios quien los creó con un propósito, creen en su obra salvadora por medio de su Hijo Jesucristo a quien aman y sirven en favor de la extensión de su reino, hacen obra social en favor de los menos favorecidos en la vida material y ayudan a los enfermos, huérfanos, encarcelados y viudas. (Mateo 25:34-45). Si su vida es breve o larga en número de años se sienten satisfechos porque lograron con la ayuda de su Salvador sacarle el mayor provecho a su vida, lograron realizarse y mueren en paz.
La vida en Cristo es la mejor, lamentablemente la gente prefiere sufrir, enajenarse, o sobre llevar su existencia y otros como los filósofos epicúreos expresan: “comamos y bebamos que mañana moriremos”; que filosofía tan absurda.
Jesucristo el Hijo Único de Dios, siendo hombre perfecto vivió cumpliendo el propósito de su Padre, su vida fue breve 33 años y se dio en sacrificio por el ser humano para que pudiera encontrar el verdadero propósito de su vida, el gozo, la paz, la salvación de su alma y de su vida. Él dijo: “¿de qué le sirve al hombre ganarse todo el mundo y perder su alma”? Tenemos que considerar qué cambios haremos para que nuestra vida en Cristo sea mejor en todos los aspectos. Demos gracias a Dios por esta vida terrena, vivamos en la victoria de Cristo, dependamos del Espíritu y tengamos su gozo. ¡Gloria a Él!
Lee Santiago 4:13-17