En el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, es decir nosotros, debe haber salud y eficiencia. Fuimos salvos para servir.

En la Mayordomía o Administración del Servicio, tiene que existir lo siguiente:

1- Tenemos que darnos cuenta de que nos necesitamos unos a otros. Aquí no debe existir el aislamiento, necesitamos del trabajo que cada uno debe y puede hacer.

2- Debemos respetarnos unos a otros. En el cuerpo no hay problemas de importancia relativa, si cualquier miembro u órgano deja de funcionar todo el cuerpo se ve desengranado. Lo mismo sucede con la Iglesia. “Todo servicio tiene el mismo rango ante Dios”. 

3- Debemos simpatizar unos con otros. Si una parte del cuerpo se ve afectada, todas las demás partes lo sienten. La Iglesia es una totalidad, debemos simpatizar ante la situación de los otros miembros. 

Al final del pasaje el apóstol Pablo continúa hablando acerca de las diversas formas de servicio dentro de la Iglesia. En los versículos 4 al 11 comienza mencionando lo que el Espíritu de Dios da a los convertidos a Cristo, V. 8:  Palabra de sabiduría, de conocimiento o de ciencia, fe, dones para sanar enfermos, hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, hablar en lenguas, interpretación de lenguas.

En los últimos versículos continúa hablando acerca de las diferentes formas de servicio dentro de la Iglesia. Menciona: Apóstoles,  desde hace mucho se les llama misioneros. Profetas, Maestros (estos eran los que edificaban a los nuevos creyentes), Los que Ayudan (su tarea era socorrer a los pobres, huérfanos, y viudas), Los que Administran. Me agrada las preguntas que hace en los  Vv. 29-30 “¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos Maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos? La respuesta a las preguntas es: No, cada quien sirve según el don que ha recibido.

V. 31 “ambicionen los mejores dones”. Si el Espíritu Santo es el que los da, debo pedírselo a él y él decidirá. Uno de los problemas entre otros que tiene la Iglesia, es que algunos o muchos saben cuál don tienen o qué capacidad o talento tienen, pero no lo usan, son pocos los que sirven en la capacidad y habilidad que el Espíritu les ha dado o con un talento o habilidad innata. Por ejemplo: músicos, cantantes, los que atienden a niños, etc.

Continúa…

Lee 1 Corintios 12:4-11, 29-31