La depresión también puede venir porque nos sentimos agotados, cansados como le ocurrió a David. Podemos llegar a un punto en nuestra vida que ya se nos han acabado las fuerzas, nos sentimos enfermos y nos llega el agotamiento apareciendo la depresión. 

La depresión puede venir por la tiranía de los estados de ánimo. 

La pérdida de un ser amado. Una decepción amorosa. La pérdida del trabajo. Un conflicto familiar. Y hay otros más.

La vida desordenada produce depresión. 

El Rey David había sembrado mucha mala semilla en su vida. Y ahora sufre las consecuencias, sufre la culpa de sus malas decisiones. Eso puede suceder con nosotros o estará sucediendo en tu vida. Hay culpa por esa vida desordenada.

Continúa…

Lee Salmo 42:1-4