Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu. Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los Santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu.

Carta del apóstol Pablo a los Efesios 2:18-22

Dice el apóstol Pablo que Jesucristo nos ha reconciliado con Dios por medio del sacrificio que él hizo en la cruz (Efesios 2:16). El termino reconciliación no solamente presupone la enemistad que existía sino asegura que existe una nueva relación en virtud de aquella muerte. La impresión que dejan sus palabras es que tal cambio de relaciones no hubiera sido posible sin aquel sacrificio. La muerte de Jesucristo llevó acabo esta obra de reconciliación entre Dios y el hombre. Esto hizo posible luego su mensaje, al cual Pablo llama “Buenas nuevas de paz“.

Jesucristo ha hecho posible algunas cosas que el apóstol menciona cuidadosamente:

Por medio de él tenemos entrada al Padre. Es decir acceso, porque este término contiene la idea original. Es un término de fuertes descripciones. Se usaba cuando se hacía la presentación de un embajador o de un personaje importante ante un cuerpo legislativo. Esta es la razón por qué algunos han agradecido las declaraciones del apóstol  así: “Porque por medio de él podemos ser presentados ante el Padre”. Se empleaba también cuando alguien era llevado ante un rey.

Acceso, esta es la idea del apóstol Pablo: Jesucristo es la persona que nos lleva al Padre, nos presenta a Él, nos introduce a su presencia. Antes de Jesucristo no había tal acceso.

Continúa…

Lee Efesios 2:11-22