Estos son las referencias del dolor: adversidad, aflicción, angustia, calamidad, miseria, padecimiento, sufrimiento físico y tribulación entre otros. Cuando lee uno el Salmo 55 escrito por el Rey David es muy expresivo al pedir ayuda a Dios para enfrentar el dolor o para encontrar una solución a sus padecimientos. Tiene angustia que le perturba, terror por las amenazas de sus enemigos, y la opresión que le infringen gente mala. Tiene problemas con su corazón lo cual le provoca pánico de muerte lo cual le produce miedo y terror.
El propósito de los sufrimientos de David, como tus sufrimientos y los míos son tribulaciones que usa nuestro enemigo el diablo, usa situaciones y personas que nos perjudican para que maldigamos el momento o para no confiar en la misericordia de Dios. Él tiene el propósito en nosotros para que con su ayuda soportemos el dolor, dependamos más de Él, no debemos caer en la desesperación o en un camino sin salida, así como sucumbir ante la tentación de que Dios nos ha abandonado a nuestra suerte.
“Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean puesto a prueba (tentación) más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la prueba, (tentación) él les dará también una salida a fin de que puedan resistir” (1a. Carta a los Corintios 10:13). Al soportar la prueba o tribulación del dolor o sufrimiento nuestro carácter madura, nuestra fe en Dios nuestro Señor crece y logramos la victoria ante la adversidad.
Los hijos de Dios no estamos solos para enfrentar los males, tribulaciones o ataque del enemigo el diablo. Como David podemos declarar: ¡Dios, que reina para siempre, habrá de oírme y los afligirá!
“Encomienda al Señor tus afanes, y el té sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre” (Salmo 55:22).
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