Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida

Proverbios de Salomón 4:23

Los proverbios de Salomón son para adquirir sabiduría y esta al adquirirla se debe aplicar en nuestro vivir de cada día para obtener resultados que nos ayuden a vivir en forma plena, feliz y en paz.

Respecto a este proverbio citado, tenemos que reconocer cuáles son nuestras necesidades actuales, nuestros deseos y anhelos ya que nuestro ser total representado por nuestro corazón deben ser satisfechas. Por ejemplo: Nuestra necesidad de ser aceptados. El rechazo es una actitud muy cruel, sea por nuestra condición de raza, cultura, economía, nivel social o física. Al ser rechazado enfrentamos una situación mental o psicológica que afecta nuestra persona. Salomón dice una gran verdad, debemos cuidar nuestro corazón, porque nuestras emociones nos llevan a una actitud mental en que nosotros mismos podemos rechazarnos, aborreciendo nuestra herencia familiar, nuestro entorno, etc. Lo que tenemos que hacer con la sabiduría de Dios es superarnos en todos los aspectos, tenemos que luchar, esforzarnos, reconocer que en nosotros hay dignidad, inteligencia y valores que nos llevarán a esa meta que hemos propuesto.

Una segunda consideración es: Sentirnos seguros, eso es un anhelo de nuestro corazón. Hay momentos en nuestra vida que nos sentimos en condición insegura. Tenemos miedo a las circunstancias, a lo que nos pueden afectar otros, miedo de no poder con aquel desafío u objetivo. Uno de los deseos de Dios es fortalecernos, Él nos desafía a que seamos valientes y esforzados. Su ayuda estará presente con nosotros, debemos aprovechar su ofrecimiento o promesa. “Esfuérzate y sé valiente, no tengas miedo que yo estaré contigo.”

Otra necesidad para satisfacer nuestro ser interior, corazón, alma, mente, voluntad y vida física es recibir la atención adecuada. Para eso es necesario aplicar la ley de la reciprocidad. Jesús de Nazaret el Cristo lo expresó de esta manera: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.” -Mateo 7:12

Lee Mateo 7:1-12