Por lo demás, hermanos, les pedimos encarecidamente en el nombre del Señor Jesús que sigan progresando en el modo de vivir que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están practicando.
1a. carta del apóstol Pablo a los cristianos Tesalonicenses 4:1
Una de las metas que la mayoría de la gente tiene y desea, es vivir en paz, en forma agradable y sin que nos falte cosa alguna. Tener salud óptima, una familia unida, ser feliz y recibir de Dios toda bendición que le pedimos. Esto debe ser lo ideal para todos los seguidores de Jesucristo, pero no sucede así. El apóstol Pablo, les escribe a sus amigos y hermanos en Cristo que viven en la pagana ciudad de Tesalónica, que tengan una vida agradable delante de Dios, que den testimonio de que son hijos de él y que testifiquen de su relación con Cristo. Se expresa bien el apóstol de ellos que ya están poniendo en práctica los consejos e instrucciones que les enseñó para que disfruten y tengan una vida agradable. Les aconseja, que tengan una vida pura, que tengan cuidado del libertinaje sexual que imperaba en la ciudad (Vv. 2-8).
Parece que el apóstol Pablo nos está escribiendo a nosotros ante el problema del libertinaje sexual en todas sus formas y manifestaciones, la extravagancia sin límites del homosexualismo o lo absurdo de la identidad sexual, cuya presencia ha contaminado a los gobiernos de diferentes países, que han proclamado una nueva ley sobre el asunto, aún en la educación de los niños y de los adolescentes. Es muy necesario que los consejos del apóstol los apliquemos a nuestra vida y ayudemos a otros a hacer lo mismo, que en cada familia vivamos una vida temerosa de Dios, siendo justos, honestos y puros sin ninguna contaminación que la sociedad practica y promueve. Vivamos en la victoria de Cristo.