La vida es efímera, de ahí que es necesario considerar el testimonio del líder Moisés, quien en su oración a Dios, registrada en el salmo 90:9-12, pide a Dios “que nos ayude a contar bien sus días, para que traiga a nuestro corazón sabiduría.” Nuestra existencia no tiene ninguna garantía de que el día de mañana continuemos viviendo fisicamente, sin ser fatalistas, debemos considerar vivir cada día como si fuera el último, porque algunos humanos sin estar enfermos murieron estando dormidos por la noche, no hubo un despertar. El líder Moisés lo sabía y lo consideró en su escrito.

Es muy importante decidir desde que despertamos en la mañana ser feliz en ese día; el mal humor, la inconformidad, el desacuerdo con algún miembro de la familia no es nada saludable, la amargura y la ansiedad siempre están a la puerta para fastidiarnos. No te enojes, no te inconformes fácilmente con nadie, porque alguien va a tratar de fastidiarte, no lo permitas, no caigas en esa tentación. Al decidir ser feliz, da gracias a Dios por la nueva oportunidad que te da por continuar existiendo. Por la noche antes de relajarte en la cama haz lo mismo. Te sugiero  que desde que sales de tu casa por la mañana para ir a tus actividades, mantengas una sonrisa en tus labios, tu rostro será más atractivo para todos.

Busca un poco de tiempo para leer la Biblia en un libro seleccionado, puede ser un evangelio, el libro de los salmos, proverbios o Eclesiastés. Dios podrá indicarte algo práctico para ti por medio de su Espíritu, o podrá indicarte cuál es su voluntad para cualquier asunto o tomar una decisión justa y correcta. Ser feliz, es un asunto personal y de decisión. No lo olvides, puedes lograrlo con el favor de Dios. Cristo ofreció una y otra vez: “Tengan mi alegría.” Es para ti, tómala y tendrás un día de gozo, espléndido, gratificante y con propósito.

Lee Salmo 90:1-12