Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.

Apóstol Pablo a los Filipenses 4:8

En nuestra vida hay frecuentes días o momentos cuando nuestro pensamiento es negativo, muy negativo y fatalista. A lo bueno le decimos malo y a lo malo bueno. Somos mal pensados en nuestras relaciones humanas. Interesante alternativa o solución para una mente quisquillosa, es esta que nos aconseja el apóstol Pablo, presenta consideraciones a tener en cuenta, las cuales son disciplinas o virtudes que nos ayudarán. Veamos:

Primero, pensar en lo que es verdad, no ser engañados ni engañar a otros. Que la verdad no nos incomode sino tomarlo con respeto de quien lo diga y sobre todo lo que nos dice Dios en la Biblia, sus principios, sus mandamientos y sus instrucciones para vivir en armonía con Él, con otros y con nosotros mismos.

Segundo, al que respetó respeto; si respeto me respetan, aun con la familia. Ser justos o equitativos, amables, ser atentos, cooperadores o servir oportunamente a alguien. Tener pureza moral y mental, no pensar mal de los demás o desear el mal a otros, ser transparentes. Considerar lo que es digno de admirar, en las personas, en lo que nos rodea sin ser prejuiciosos o negativos. así como, reconocer los logros de otros, sin crítica negativa,  sin envidia y felicitarlos por lo que han realizado en aras de mejorar en todo lo que han deseado, estudios, trabajo, negocio, adquisición de un vehículo, de un bien material.

Seamos felices y vivamos en paz con Dios, con nosotros y con los demás.

Lee Filipenses 4:7-8