El mundo siempre ha sospechado de la gente que es distinta. Un día estaba una ligera llovizna y la gentezuela que iba en la calle corrió para cubrirse, de pronto ellos vieron a un hombre que caminaba por la calle con algo en la cabeza, la gente le arrojó lo que tenían a la mano, el hombre era Jonás Hanway y lo que llevaba sobre la cabeza era un paraguas que había inventado y lo estaba introduciendo en Inglaterra, la gente lo persiguió. Cualquiera que es distinto, que usa ropa diferente, que usa el cabello de manera raro, que tiene ideas distintas, es considerado sospechoso de inmediato, lo ven como un excéntrico, un loco peligroso, a estos pobres la vida no les es placentera. Lo mismo pasaba y continúa pasando con los que son verdaderos cristianos…..verás.
El mundo siente un desprecio o rencor por aquellas personas cuya vida lo condena. De hecho es peligroso ser bueno como seguidores de Cristo. Cuando los cristianos son muy responsables en el trabajo y van un poco más allá de lo que deben hacer, son criticados y caen mal…..
El mundo siempre sospecha de cualquiera que no sigue la corriente. A ellos les gustan los moldes, los clichés, ponen a cada persona una etiqueta, la clasifican y la ubican en un casillero, a menos que entres en ese molde te aceptan y si no te subestiman. Hay cristianos que se apenan y otros que callan su fe. Leía que si se pone a una gallina con características diferentes junto con otro grupo de gallinas en que todas son iguales, cuando entra la otra al gallinero se le van encima a picotearla hasta matarla.
Jesús exige a sus seguidores que sean valientes, a ser diferentes a los demás, y todo aquel que cree en el y lo sigue correrá el riesgo o peligro de ser despreciado, avergonzado, maltratado y en otros lugares golpeados y a otros los amenazan y a otros los han matado. Ser diferentes es peligroso, pero vale la pena correr el riesgo por amor a Cristo. El dijo: “el que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre”.
Continúa…
Lee Juan 15:18-27