Posiblemente nunca han oído este nombre: Harmenszoon Van Rijin, nació un 15 de julio de 1606 y falleció un 4 de Octubre de 1669 conocido como Rembrandt, un gran pintor, se le describió como el maestro de la luz y sombra, porque  en todas sus pinturas hace ese contraste, Rembrandt un narrador de historias plasmadas en telas. Pinturas famosas y muy conocidas son: la barca donde Jesús y sus discípulos van en el mar de Galilea, el regreso del hijo pródigo, Betsabé; la esposa del Rey David, son más de 300 sus pinturas, todas son bellas con significado, luz y sombra. Pero una que me llamó la atención, es el cuadro de la adoración de los pastores, presenta el oscuro establo de Belén, donde 2 pastores aparecen arrodillados junto al pesebre, mientras que otras personas están de pie un poco más alejadas. Hay una lámpara de aceite, pero la luz más brillante no sale de la lámpara, sino del niño Jesús que ilumina a todos los reunidos cerca de él. 

Siete siglos antes del nacimiento de Jesús el Mesías o Cristo, el profeta Isaías utilizó una imagen de luz y sombra para predecir su nacimiento o primer advenimiento, el cual por siglos era esperado por el pueblo de Israel. Lo leemos en el libro del profeta Isaías 9:1-2:

“A pesar de todo, no habrá más oscuridad para la que estuvo angustiada. En el pasado, Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pero en el futuro honrará a Galilea, tierra de paganos, en el camino del mar, al otro lado del Jordán. El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido.”

En estos versículos el profeta Isaías habla del Mesías venidero que realizará los cambios en la nación del profeta. La venida del Mesías produciría en ellos, gozo y prosperidad, cosas de las cuales habían carecido desde hacía muchos años. Con su llegada cumplirá las promesas hechas al patriarca Abraham y al rey David acerca del reino de prosperidad. El niño crecerá para llegar a ser el rey de su pueblo Israel (9:7). No sólo será una señal de liberación, sino el libertador verdadero (8:18). Hará los cambios para que se dé ese reino próspero y espiritual (V. 9:1). Vendrá un tiempo, en que la angustia y la oscuridad serán cosas del pasado (8:22).

La calamidad en el territorio norte de Israel llegó como disciplina de parte de Dios, Él humilló a Zabulón y a Neftalí  por un corto tiempo. Aunque Isaías usó estos dos nombres posiblemente para representar a las 10 tribus del reino del norte. Aunque estas dos tribus Neftalí y Zabulón habitaron la Galilea alta y la Galilea baja. Es impresionante que el inicio y ministerio temprano de Jesús se diera principalmente en esa región cercana al mar de Galilea. Fue por eso que lo llamaban galileo y nazareno. Su presencia honró a  ese territorio. En el año 732 a.C. esa región del norte de Israel se convirtió en una provincia de asiria, gobernada por Tiglat-píleser III, lo cual humilló y provocó gran tristeza al pueblo de Israel. Bajo la dominación gentil, a esa región se le llamó Galilea de los gentiles. Desde ahí el Mesías manifestaría su luz de la liberación mesiánica, actuaría y quitaría la oscuridad y aflicción producida por el dominio gentil,  el versículo 2 lo dice: ”El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz, sobre los que andaban en densas tinieblas la luz ha resplandecido.” En el Evangelio de Mateo en el capítulo 4: 15-16 lo repite y lo aplica a Jesús, diciendo “que cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea y se fue a vivir a Capernaum región de Zabulon y Neftalí”. Jesús realizó su ministerio de predicación y sanidad en esa misma región.

El profeta dice que Él incrementaría la alegría como cuando hay cosecha o se ha vencido al enemigo en una batalla. Se cumplió porque la venida del Mesías al mundo ha traído una luz que resplandece para toda la humanidad.

Continúa…

Lee Isaías 9:1-2