Este relato, en Mateo 11 tiene un trasfondo histórico: Herodes Antipas, de Galilea, visitó a su hermano  Felipe en Roma, durante el tiempo que estuvo ahí, sedujo a su cuñada, a su regreso a Galilea se divorció y se casó con ella, quien había abandonado a su esposo. Juan el bautista era un predicador itinerante, su cede era el desierto de Judea, la gente lo buscaba en los ríos, en Enon, junto a la ciudad de Salin y en las riveras del Jordan (Juan 3:23). Juan predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados, su mensaje era muy fuerte contra el pecado, y la injusticia. Cuando se enteró del pecado de Felipe, fue a buscarlo, se ubicó frente a palacio y le reprochó públicamente su conducta, diciéndole: “no te es lícito tener por mujer a la esposa de tu hermano.” Juan fue repetitivo,  fue muy valiente pero no fue nada prudente al enfrentarse a un déspota, Herodes se vengó, Juan fue llevado a una cárcel de la fortaleza Macaero al este del mar muerto. Un destino terrible para un hombre que vivía libremente en el desierto.

LA PREGUNTA Posiblemente nunca vivió en una casa. Ahora estaba confinado en un calabozo subterráneo, debe haber sido una tortura. Juan sabía quién era Jesus, y lo que estaba haciendo. Llamó a sus discípulos y los envió a buscar a Jesús con una pregunta: ¿Eres tú el que había de venir, o debemos esperar a otro?                                                                                                       

(1) Algunos estudiosos de la Biblia, creen que la pregunta fue por causa de sus discípulos, los cuales informaban de las actividades de Jesús y le preguntaban a Juan si Jesús era el Mesías, pues vayan y salgan de la duda.

(2) Otros comentaristas consideran, que Juan estaba impaciente. Porque  su mensaje era de juicio, de condenación y Jesús no estaba actuando agresivamente contra los impíos y que iniciara la destrucción de los malos y de los religiosos corruptos. Es posible que se haya impacientado con el actuar de Jesús.

(3) Otros piensan que la pregunta de Juan era de alguien que tiene fe y esperanza en el Mesías Jesús. Él, había dicho de él “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.  Cuando lo bautizó pudo ver al Espíritu de Dios en forma de paloma y posarse sobre Jesús y escuchó la voz del Padre que dijo: “Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con el.” (Mateo 3:16-17).

Ante la pregunta de los discípulos de Juan: “Jesús les respondió : vayan y cuéntele a Juan lo que están viendo y oyendo. Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas” (vv. 4,5,6). La declaración de Jesús a Juan, es una descripción del reino que ya inició su establecimiento en la vida de los seres humanos por Cristo, un reino invisible. Juan decía, el reino se ha acercado a ustedes, en Jesús se ha iniciado y continúa extendiéndose.

Continúa…

Lee Mateo 11:1-5