Desde este pasaje Felipe comenzó a explicarle sobre Jesús el Mesías (v.35), una semblanza de su vida, de sus enseñanzas, las obras que realizó, del rechazo de las autoridades de la religión judía. De sus sufrimientos y su muerte en manos de los Romanos a petición de los líderes judíos. Le dio testimonio de su resurrección. Ahora nosotros lo sabemos. Se conoce como el Misterio de los siglos.
Misterio de Humillación.
a. El haber nacido en esta tierra como hombre (Filipenses 2:7).
b. Dejó su gloria para venir a este mundo (Filipenses 2:6).
c. Se hizo pobre o vivió como pobre siendo rico (2 Corintios 8:9).
d. Siendo rey se hizo siervo (Filipenses 2:7).
Misterio de Dolor (Isaías 53:2,5)
a. Fue rechazado por su propio pueblo.
b. Fue maltratado y herido antes de crucificarlo. Su rostro desfigurado (53:2-5).
c. Crucificado. Traspasado.
Misterio de tristeza (Isaías 53:3a.)
a. Se llenó de tristeza por el comportamiento de la gente (53:5).
b. Fue menospreciado (53:3).
c. Se lleno de tristeza por el abandono de sus amigos ( Mateo 26:38).
d. Avergonzado públicamente (53:9).
e. Abandonado por su Padre (Mateo 27:46).
El etíope fue impactado por la explicación de Felipe sobre la profecía de Isaías cumplida en Jesús. Y le dijo a Felipe, “Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?” La palabra impedir, es que el no era un miembro de la religión judía, porque la ley no se lo permitía, era eunuco, solo era un profezante del Dios de los judíos y obediente a las enseñanzas de Moisés. Pero en Cristo es diferente, nadie queda excluido, todos son bienvenidos y aceptados a creer y recibirlo como el único Salvador y Señor. El etíope ordenó que se detuviera el carruaje y bajaron a las aguas, Felipe lo bautizó porque el hombre había creído en Cristo como el siervo sufriente de la profecía y de la muerte de Jesús y su resurrección. El hombre al salir del agua continuó su camino con gran alegría y Felipe fue arrebatado y conducido por el ángel a Azoto, otra ciudad para continuar con la evangelización. La tradición dice que este hombre etíope no solo volvió a su país y con los suyos, sino que se convirtió en magnifico evangelista y compartió el evangelio con su gente, con su pueblo y Etiopía recibió el evangelio e instituyó la religión cristiana. Un hombre hace la diferencia.
Tu puedes ser la diferencia entre otros si estás convencido de tu salvación en Cristo.
Lee Hechos 8:26:40