¿Y qué puedo hacer por ti?—le preguntó Eliseo—Dime, ¿qué tienes en casa? — Su servidora no tiene nada en casa—le respondió, excepto un poco de aceite.

2 Reyes 4:2

Supongamos que Dios te hace la misma pregunta cuando estás en medio de una circunstancia difícil. —¿Qué Puedo Hacer Por Ti?

Lo primero que tenemos que hacer:

1. ES  PRESENTARNOS CON HUMILDAD ANTE EL SEÑOR. Esto es lo que hizo la mujer ante el profeta. Nosotros con Dios por medio de Cristo. Reconocer con suma reverencia y humildad la persona de Dios.

2. PRESENTAR NUESTRA NECESIDAD ESPECÍFICA, no hablemos en plural, sino en forma clara lo que necesitamos, sea la petición que sea pero específica.

3. DEBEMOS TENER FE Y OBEDIENCIA A DIOS, en lo que Él nos responda. Su respuesta no siempre será como nosotros deseamos, una cosa segura es que su respuesta satisface.

¿Qué tienes en tu vida que Dios puede usar para bendecir a otros? Debemos ofrecer a Dios. Seamos buenos administradores de lo que tenemos para que podamos suplir nuestras necesidades, Dios bendecirá lo poco que tengamos y será suficiente para lo que nos es necesario, más allá de lo indispensable. Tengamos fe en nuestro querido proveedor, nuestro Dios.

Lee el relato 2 Reyes 4:1-7